Tu cerebro te lo agradece cuando comes en el campo, según estudio cientifico.

Investigaciones en psicología ambiental han demostrado que la inmersión en entornos naturales tiene un impacto positivo en la salud mental. Un estudio realizado por la Universidad de Stanford encontró que pasar tiempo en la naturaleza reduce la actividad en la corteza prefrontal subgenual, una región del cerebro asociada con la rumiación negativa y el estrés. Comer en el campo, alejado del ruido y las distracciones tecnológicas, permite que el sistema nervioso se relaje y disminuya la producción de cortisol, la hormona del estrés. Este efecto es clave para reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo en comparación con la exposición prolongada a entornos urbanos ruidosos.

Además, estudios en neurociencia cognitiva indican que la desconexión de dispositivos electrónicos durante las comidas favorece la atención plena (mindfulness), lo que fortalece la conexión con el presente y mejora la digestión. Un experimento llevado a cabo por la Universidad de Sussex demostró que las personas que comían en entornos naturales sin acceso a pantallas experimentaban una mayor satisfacción sensorial y emocional con los alimentos. Esta práctica fomenta la producción de serotonina, un neurotransmisor relacionado con el bienestar, y permite disfrutar de una experiencia más placentera y relajada, reduciendo síntomas de fatiga mental.

Finalmente, investigaciones en salud pública han evidenciado que comer en espacios abiertos rodeados de vegetación mejora la interacción social y el bienestar emocional. Un estudio publicado en Environmental Psychology indicó que las personas que compartían comidas en la naturaleza reportaban mayores niveles de felicidad y una mejor calidad en sus relaciones interpersonales. Este fenómeno se debe a la reducción de estímulos urbanos estresantes y a la liberación de endorfinas inducidas por el contacto con la naturaleza. En conclusión, alejarse de la tecnología y disfrutar de una comida en el campo no solo optimiza la salud mental, sino que también fortalece el bienestar social y emocional.

Como comenzar a comer en el campo: En primer lugar planea una salida no tan lejana a las lomas o montañas cercanas a la ciudad, lleva un poco de carbón o leña, un buen encendedor y alimentos de rápida cocción como un Filete de pollo o cerdo delgado. Acompañaos con un refresco natural y ensaladas no puede faltar. A medida que se vaya cocinando puedes disfrutar de la naturaleza y la compañía.

Fuentes:

Estudio de la Universidad de Stanford sobre el impacto de la naturaleza en la salud mental:

Bratman, G. N., Hamilton, J. P., Hahn, K. S., Daily, G. C., & Gross, J. J. (2015). Nature experience reduces rumination and subgenual prefrontal cortex activation. Proceedings of the National Academy of Sciences, 112(28), 8567-8572. https://doi.org/10.1073/pnas.1510459112

Estudio sobre la atención plena durante las comidas en entornos naturales:

Brown, K. W., & Ryan, R. M. (2003). The benefits of being present: Mindfulness and its role in psychological well-being. Journal of Personality and Social Psychology, 84(4), 822-848. https://doi.org/10.1037/0022-3514.84.4.822

Estudio publicado en Environmental Psychology sobre las interacciones sociales y el bienestar emocional en espacios naturales:

Korpela, K. M., & Ylén, M. (2007). Perceived health is associated with visiting natural favourite places in the vicinity. Health & Place, 13(1), 138-151. https://doi.org/10.1016/j.healthplace.2005.11.002